Los
PRIMEROS PASOS (1899-1928)
Edgar
Neville Romrée nace en Madrid, el 28
de diciembre de 1899, en el palacio familiar de la calle Trujillos. Su
padre fue Eduardo Neville y Rivesdalle,
ingeniero inglés llegado a Madrid para trabajar en una empresa de
motores; su madre era María Romrée
y Palacios, hija del conde de Romrée
y de la condesa de Berlanga de Duero, título éste último
que heredaría Edgar. Su primer perro, un foxterrier ("Totol"). Su
primera bicicleta, reclamada con insistencia a los ReyesMagos. Sus trajes
de marinero con el nombre de "Submarino Peral" en la gorra, sus meriendas
con chocolate en La Mallorquína. A veces, una función de
teatro infantil en el Apolo. Desde niño le impresiona el carnaval,
que de adulto llevará al cine. Pasa veranos de su infancia en el
palacete de enorme jardín e inmensa huerta, que su abuelo, Carlos
de Romrée (personaje muy conocido en la sociedad alfonsina), se
había construido en Alfafar, cerca de Valencia4. Neville recordará
a este singular antepasado en deliciosas notas autobiográficas,
convirtiéndolo —bastante
fielmente-,
en el personaje del conde de Múdela, de su relato Calle Mayor. En
1911, su madre lo lleva a Leysin (Suiza), para curar allí un leve
brote de tuberculosis, residiendo en un sanatorio-hotel donde convalecían
aristócratas rusos, militares italianos y alguna poetisa francesa.
La Granja de San Ildefonso (Segovia), agitando el cazamariposas de tarlatana
o acudiendo a funciones teatrales benéficas, San Sebastián
y Biarritz completan su mapa estival. Cursa primeros estudios en el Colegio
del Pilar, de Madrid. Son años llenos de libros y de peripecias,
lecturas y
recuerdos
que enriquecen su imaginación. Madrid gira en torno al centro de
la ciudad, con cafés y churrerías abiertos día y noche
en la Puerta del Sol, por cuya calle Arenal se puede cruzar uno con Stravinsky
y Falla, acompañados de Diaghilev, cuyos ballets rusos, con el fabuloso
Nijinsky al frente, actúan en la capital. Una faena memorable de
Belmente le inspira un artículo que no logra publicar. A partir
de ese momento, sabe que va a ser escritor. Y comienza en el teatro con
una obra que, a pesar de ser prohibida, logra ser estrenada: un vodevil
en medio acto, titulado
La
Vía Láctea, por la compañía de La Chelito,
en El Chantecler de Madrid(1917). Por entoces conoce a Tono, dibujante
y humorista que sera siempre como un hermano(todos los amigos de Edgar
lo querran como a un hermano). Lo descubre en una academia de varetes donde
se bailaba con chicas aspirantes a la fama mientras suena un piano. Si
tienen un duro, toman el te en el Palace donde la consumision les permite
, ademas, de bailar tangos con elegantes muchachas. O mirar a Mata-Hari,
conversando en sus ultimos tiempos con Gomez Carillo.
Estudia
, mas bien poco, la carrera de Derecho, interrumpida para alistarse en
un regimiento de húsares con destino a la guerra de Marruecos: era
la consecuencia de una ruptura sentimental con la joven actriz Ana María
Custodio. Desde Marruecos escribe crónicas para el diario "La Época",
firmando con el seudónimo de "El voluntario de Ben Aquí".
Enferma y a los pocos meses lo devuelven a España. Ya en Madrid,
conoce a quien sera uno uno de sus mejores amigos: el humorista Pco Vighi.
En el cafe de Pombo, este lo presenta a Ramon Gomez de la Serna , figura
que causará un enorme impacto en Neville, en 1922 asiste al concurso
de cante jondo que Falla organiza en Granada, donde estrecha aun mas su
amistad con Gacia Lorca. La ciudad de la Alhambra le fascina y alli acabara
sus estudios de Derecho. Lopez Rubio le abre las puertas de "Buen Humor",
colabora en "Nuevp Mundo", "Aire Libre", "La gaceta literaria", " Revista
de Occidente", "Gutierrez" y en publicaciones infatiles("Pinocho", "Chiribitas").
Escribe primerizas comedias con Lopez Rubio: ¡Al fin sola!( refundida
y estrenada por Honorio Maura como Su mano derecha), Luz de animas y El
amor incandescente, nunca estrenadas. En folletones de El Sol aparecen
periódicamente los capítulos de su primera novela, Don Clorato
de Potasa. El episodio de las tertulias y bailes en casa de la baronesa,
narrando en los primeros capítulos, fueron como aparecen. "La baronesa
no solamente era como la describía al principio de la novela, sino
mucho más desmesurada y las visitas que recibía éramos
también mucho más desmesurados que el Clo
rato
y sus amigos que han quedado en el libro".
El 28 de octubre de 1925 se casa con Ángeles Rubio-Argüelles
y Alessandri, de procedencia malagueña y se instalan en un ático
de la calle Alfonso XII, que le arregla Garlitos Arniches, su amigo arquitecto.
Comienzan los viajes a Málaga, relacionándose con Emilio
Prados, Manuel Altoaguirre, José Ma Ilinojosa y Salvador Dalí,
acompañado de Paúl Eluard y su esposa, Gala. Entre amigos
se escenifica Aventura, absurdo en dos cuadros, de Neville y López
Rubio. En Málaga aparece su primer libro, el volumen de cuentos
Eva y Adán, editado en la imprenta Sur que diri-
jan
Prados y Altolaguirre. La obra que da nombre al libro se presentó
en el "El mirlo blanco",grupo teatral de los Baroja, en Madrid. Por lo
demás, el libro incluye una selección de relatos en los que
aparece clara la desmitificación de las leyendas religiosas, la
literatura pedagógica infantil, las buenas costumbres (el decoro,
las veladas familiares), las narraciones históricas, las fábulas,
la cursilería, los melodramas... La película El demonio y
la carne (1926), de C. Brown, le descubre las enormes posibilidades del
cine. Recorre pueblos de Castilla, a caballo con Baroja,
y
en automóvil con Ortega y Gasset. Sigue asistiendo a las tertulias:
por la tarde a La Granja del Henar y por la noche, a Pombo. En ellas se
relaciona con las figuras del momento: Gómez de la Serna, Ortega
y Gasset, Pérez de Ayala, Manuel Azaña, Valle-Inclán,
pero también con otros más próximos en edad: jóvenes
autores teatrales, críticos, pintores, escultores, arquitectos,
periodistas, músicos, amigos y compañeros. Entre ellos, Paco
Vighi, los hermanos López Rubio, Federico García Lorca, Salvador
Dalí, Luis Buñuel, Eduardo Ugarte, Pepín Bello, Rafael
Alberti, Gui-
llermo
de Torre, Sánchez Mejías, Santiago Ontañón,
el pintor portugués Almada Negreiros, Tono, Carlos Arniches (tanto
el padre como su joven hijo arquitecto), Pancho Cossío, Claudio
de la Torre,Luis Calvo, actores y actrices de paso por Madrid. Los cafés,
especialmente los dos menciona dos junto con la Residencia de Estudiantes,
eran los lugares de encuentro intelectual más conocidos de aquel
Madrid. Pero Neville sabe desenvolverse, por igual, con intelectuales que
con toreros, duquesas, cantaores de flamenco, filósofos, coristas
de "varietés", y todo ello compatibilizado con cosas tan aparentemente
distintas como ingresar en el cuerpo diplomático y patinar en el
Palacio del Hielo, entonces situado frente al Hotel Palace. Sobre el hielo,
precisamente, llega a ser jugador de Hockey y ormar parte de la incipiente
selección española con la que jugaría en ciudades
europeas y españolas. Neville rompe, con su vitalidad, cultura e
ingenio, la imagen de joven aristócrata holgazán. Durante
esos años puede estar presente, durante una jornada, en dos tertulias,
varias redacciones, ir al cine, leer, cortejar muchachas llevándolas
a las verbenas y escribir cuentos y artículos. Eso, si no se le
cruza alguna idea peregrina y se lanza a ella secundado
por
sus amigos". En 1927, año llamado a etiquetar toda una generación,
forma parte de los jóvenes colaboradores que participan en el nacimiento
de Gutiérrez, la revista creada por el dibujante K-Hito, donde nace
un humor próximo a las vanguardias. Neville escribe sobre la vaca
María Emilia, que se enamora de un señor de Hacienda.